Temario >> Shat karmas >> Kapalabhati

Kapala: cráneo, zona frontal. Bhati: hacer brillar, purificar, limpiar.

"Purificación de la zona frontal".

Kapalabhati está considerado como un Shat Karma porque purifica y estimula el cerebro, aunque también se define como un importante Pranayama, cuando va acompañado de Kumbhaka (retención) y Bandhas.

Kapalabhati consiste en un número sucesivo de respiraciones dinámicas caracterizadas por expulsiones violentas procedentes de rápidas y potentes contracciones abdominales, e inspiraciones pasivas como consecuencia de la relajación de dicha musculatura abdominal.

Esta consecuencia a un ritmo vivo permite lo que define su nombre Kapalabhati.

En esta práctica, las corrientes pránicas (energéticas) que se encuentran vehiculizadas por el flujo dinámico del aire, se ven impulsadas hacia el lóbulo frontal del cerebro, purificándolo. De esta manera, el aumento del torrente sanguíneo oxigenado y el aporte acrecentado de prana producen una sensación refrescante y estimulante.
Práctica

Posición de partida: sentado, piernas dobladas. Columna vertebral recta. El pecho en expansión. Referirse a las posturas de Pranayama o concentración.

Dado que en este ejercicio el movimiento de contracción y relajación sólo debe situarse a nivel abdominal, el tórax permanecerá inmóvil.

Relajar el abdomen dejando que se dilate pasivamente (fase A) y acto seguido, contraer bruscamente la musculatura abdominal, lo que trae consigo la expulsión instantánea de una cierta cantidad de aire de los pulmones (fase B).

Nuevamente relajar la zona abdominal, lo que produce la inspiración pasiva (sin ningún esfuerzo voluntario una cierta cantidad de aire entra en los pulmones). Nueva contracción abdominal con la consiguiente expulsión rápida.

El tiempo de inspiración es mayor que el de expulsión, aproximadamente 3 veces.

Las expulsiones son bruscas y sonoras, sonido que emiten los pulmones. Las inspiraciones pasivas y silenciosas.

Repetir de 10 a 15 respiraciones sucesivas. Gran énfasis en las expulsiones. Acabada así la serie, inspirar lentamente, retener confortablemente el aire y espirar despacio. Relajar.

Practicar 4 o 5 series.

Al comienzo ejercitarse despacio asegurando el movimiento de contracción del abdomen y la inmovilidad del tórax. Expulsiones potentes y relajaciones inmediatas de la musculatura abdominal.

Para ello colocar las manos sobre el abdomen de manera que los pulgares se sitúen sobre las últimas costillas y los demás dedos extendidos sobre el vientre, desde el estómago hasta la región del pubis (ver gráfico Bhastrika). Los pulgares deberán informarnos de la inmovilidad del tórax y los demás dedos de la retracción abdominal.

Una vez controlado este proceso, ir acelerando progresivamente el ritmo de ejecución, aumentando el número de respiraciones por minuto (20, 25, 30...), hasta alcanzar de 60 a 100 o más. No obstante, nunca deberá sacrificarse la potencia de expulsión por la velocidad.

Evitar el movimiento del tórax y los hombros así como la contracción de la cara.

Efectos

Gran oxigenación estimulando los tejidos corporales.

Alegría física.

Purifica los pulmones y aumenta su elasticidad.

Excelente en todos los casos de afecciones de las vías respiratorias.

Favorable en caso de bronquitis, asma, enfisema.

Masajea y activa el sistema digestivo.

Elimina y prevé las condiciones anormales del cerebro.

Tonifica el sistema nervioso.

Aconsejable en caso de somnolencia y fatiga cerebral.

Calma la mente y prepara la concentración.