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El Ayurveda proporciona varios medios para localizar e identificar las cualidades de la inteligencia en la comida. La técnica más interesante es, quizá, la que se basa en el sabor mismo de la comida.

Cuando la comida habla con tus doshas dice cosas diferentes, pero la información primaria está contenida en el sabor. En el momento en que tus papilas gustativas saludan a un bocado, tu cuerpo recibe una enorme cantidad de información útil. Trabajando con esta información y dejándote guiar por el instinto, puedes ingerir una dieta balanceada naturalmente y con facilidad.

El Ayurveda reconoce seis sabores distintos. Dulce, agrio, salado y amargo son los cuatro con los que probablemente estés familiarizado, pero existen otros dos: pungitivo y astringente. Todos los alimentos especiados, de sabor picante, son pungitivos; astringente es el sabor que tiene una cualidad seca y hace que la boca se arruge. Las granadas y las judías son buenos ejemplos de sabor astringente, algunos ejemplos más de cada sabor, que así mismo influyen sobre diferentes órganos de nuestro organismo;

El sabor dulce

Influye en páncreas/estómago. Dispersan la energía estancada, favorecen la circulación, alimentan la energía vital y armonizan el estómago. Ejemplo, el maíz, los guisantes, los dátiles, el ginseng y la rega liz, el azúcar, miel, arroz, pasta, leche, crema, mantequilla.

Proporción adecuada

Amor

Compasión

Protección

Satisfacción

Exceso

Apego

Pasividad

El sabor agrio

El agrio tiene afinidad con hígado/vesícula biliar, son astringentes, tienden a solidificar el contenido del canal digestivo, combaten la diarrea y constituyen un buen remedio para el prolapso de colon. Las aceitunas, el limón, queso, yogurt, ciruela, vinagre.

Proporción adecuada

Agudeza mental

Exceso

Envidia

Remordimiento

Resentimiento

El sabor salado

El salado se asocia con riñones/ vejiga, como las algas, ablandan y humedecen los tejidos y facilitan los movimientos intestinales.

Proporción adecuada

Tranquilidad mental

Exceso

Rigidez mental

Codicia

Adicciones

El sabor picante

El picante afecta a pulmones/intestino grueso, como el jengibre, el ajo y los chiles, neutralizan y dispersan las toxinas acumuladas en el cuerpo.

Proporción adecuada

Motivación

Ambición

Exceso

Odio

Ira

Celos

Agresividad

El sabor amargo

El amargo se mueve hacia el corazón/intestino delgado, tienden a secar el organismo, contrarrestan el exceso de humedad y depuran los intestinos. El ruibarbo, el limón amargo, verduras de hoja tales como endivia, espinaca, lechuga romana.

Proporción adecuada

Claridad mental

Percepción profunda

Exceso

Desilución

Sufrimiento

El sabor astringente

lo encontramos en judías o porotos, lentejas, granadas, manzanas, peras.

Proporción adecuada

Positividad

Optimismo

Bienestar

Exceso

Temor

Con la elegancia característica de tantas funciones naturales, los seis sabores son digeridos en ordenada sucesión. Lo dulce se metaboliza primero, seguido por lo agrio, lo salado, lo pungitivo, lo amargo y lo astringente.

Sin embargo, es interesante apuntar que esta secuencia no reproduce el orden en que ingerimos típicamente nuestros alimentos. Los dulces, bajo la forma de postres, son casi siempre el final de una comida, pero en realidad es más sano (y mejor para controlar el peso) comenzar por ellos. De modo similar, las ensaladas son más fáciles de digerir si se las come al final. Es importante considerar holísticamente la comida, la secuencia de los alimentos que componen cada comida es de especial importancia, así para determinar la secuencia óptima de los alimentos, es importante que lo más pesado sea ingerido al principio y lo más ligero, hacia el final.

Una simple analogía puede aclarar este principio; se basa en el hecho de que se describe a agni como “fuego digestivo”. Imagina que estás encendiendo una fogata y que ya has puesto en ella la cantidad de leña que el fuego puede consumir en un período razonable. De pronto, alguien arroja sobre la hoguera una carga entera de troncos pesados. Lo más probable es que, como resultado, el fuego se apague. Esa manera de arrojar toda una carga de leña al final equivale a terminar una comida con un postre pesado. Cuando comemos hasta estar bastante satisfechos y luego procedemos a agregar, como plato final, algo dulce y difícil de digerir, el resultado es ama.

Por este motivo quiero señalar los beneficios de tomar el postre al principio de la comida y no al final. Tal vez descubras, como muchos niños, que empezar por el postre es, en realidad, una experiencia deliciosa. Y si más tarde aún deseas algo dulce, pue des comer una fruta. Ten en cuenta que, como el almuerzo debería ser la comida principal del día, e s de suma importancia seguir a esa hora la dieta en secuencia. Aunque comas más que de costumbre, lo más probable es que puedas seguir este régimen sin molestia alguna para tu tracto digestivo.

Los seis sabores desempeñan un papel importante para equilibrar una dieta y crear la sensación de estar satisfecho después de comer. Estos sabores son exquisitos indicadores de la inteligencia de nuestra fisiología. Podemos detectar lo dulce en una dilución de una parte en doscientas. La sal se puede percibir en una dilución de una parte en cuatrocientas, y lo amargo, en una solución de una parte en dos millones. La naturaleza ha evolucionado y refinado nuestro sentido del gusto a fin de que la comida pueda hablar con nuestros doshas.

El campo emocional

Las toxinas también se crean por causas emocionales. La furia, el miedo, la ansiedad, el celo posesivo, el nerviosismo, la envidia y la codicia son emociones humanas comunes. A pesar de esto, casi todos aprendemos, durante la niñez, a no expresar éstas emociones negativas. Como resultado, desde temprana edad, se comienzan a reprimir las expresiones naturales de estos sentimientos. La ciencia ayurvédica enseña que el individuo debe liberar estas emociones, porque si permanecen reprimidas, causarán desequilibrios y provocarán toxinas, que a su vez, causarán alguna enfermedad.

La técnica que se emplea contra la negatividad es: observación y liberación. Por ejemplo, cuando surge la furia, uno debe estar plenamente consciente de ella; observar este sentimiento mientras se desarrolla de principio a fin. A partir de esta observación uno puede aprender sobre la naturaleza de la furia. Después hay que dejar que desaparezca, hay que liberarla. Todas las emociones negativas pueden ser tratadas de esta manera. El Ayurveda enseña que al hacer consciente las emociones negativas, uno puede liberarse de ellas.

El miedo se relaciona con vata, si uno reprime el miedo, los riñones se desequilibrarán. asimismo, el miedo y la ansiedad alteran la flora del intestino grueso como resultado, el vientre se hincha con gases que se acumulan en las cavidades del intestino y causan dolor. A menudo este dolor se confunde con problemas del corazón o del hígado. Por los efectos nocivos que ocasiona reprimir las emociones como las necesidades físicas, se recomienda que no se limiten acciones como bostezar, suspirar, toser, estornudar, miccionar, defecar o evacuar gases.

La ira con pitta, la ira reprimida cambia por completo la flora de la vesícula biliar, el intestino delgado e incrementa pitta, por lo que se inflaman las zonas de la membrana mucosa del estómago e intestino y altera el funcionamiento del hígado.

La codicia, la envidia y el celo posesivo afectan a kapha. alterando el corazón y el bazo.

Las emociones reprimidas crean un desequilibrio en vata, que a su vez afecta el Agni, la respuesta inmunológica del cuerpo. Cuando el Agni es bajo, puede haber una respuesta inmunológíca anormal. Esta reacción puede causar alergias a ciertas sustancias como el polen, los excrementos de los ácoros, el polvo…

Como las alergias están estrechamente relacionadas con las respuestas inmunológicas del cuerpo los individuos que nacen con reacciones inmunológicas anormales generalmente sufren alergias. Por ejemplo, una persona que nace con constitución pitta, será naturalmente sensible a los alimentos condimentados y picosos, que agravan pitta. De la misma forma, las emociones reprimidas del tipo pitta como el odio y la ira, pueden incrementar la hipersensibilidad a esos alimentos.

Las personas de constitución kapha son muy sensibles a ciertos alimentos que agravan kapha. En estos individuos, los alimentos kappa génicos (como los lácteos) producen tos, resfriados y congestión. Las personas que reprimen emociones kapha, como la dependencia o la avaricia, tendrán reacciones alérgicas a los alimentos kapha.