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RITMO RESPIRATORIO VISAMAVRITTI

Contabilizar respiraciones y controlar ritmos

Para controlar el ritmo se puede contar mentalmente, de forma pausada, mientras se respira en cada fase.

La cuenta puede ser progresiva (1, 2, 3, ...) o repetitiva (1, 1, 1, 2, 2, 2, 3, 3, 3,).

Para llevar la duración de una fase respiratoria, lo usual es contar mentalmente a un ritmo pausado, es decir, pronunciando mentalmente los números: uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis (para inspirar en el ritmo 6:24:12:0); cuando la cuenta se alarga hasta 24 para la retención, la cuenta hasta seis se repite cuatro veces; igualmente, para la espiración, se cuenta dos veces hasta seis. Esta cuenta mental hasta seis se efectúa como si estuviésemos cantando, dándole una tonalidad especial distinta a cada ciclo de seis; por ejemplo, la primera cuenta de seis sería: uno, dos, tres, cuatro, cinco (con la misma entonación), seis (como una interrogación, con un sonido ascendente); la segunda cuenta sería: uno, dos, tres, cuatro, cinco (con la misma entonación), seis (como una exhalación, con un sonido descendente); y así sucesivamente. El objeto es que la cuenta se instale de forma automática en nuestra mente y nos permita centrar la atención en el proceso fundamental. Tradicionalmente, en lugar de contar números, se pronuncia “om” u otro mantra parecido, pero, al menos hasta que se domine esta técnica de contar, es mejor utilizar números.

Para llevar la cuenta de los ciclos resulta muy útil contar tocándose progresivamente las falanges de los dedos con el pulgar. También se puede utilizar un mala (rosario hindú) pasando cuentas entre los dedos, o recitar un mantra adecuado.

Normalmente se utiliza la mano izquierda: la muñeca apoyada en la rodilla o el muslo con la palma hacia arriba y los dedos relajados; el pulgar se va desplazando por las falanges de los otros dedos, moviéndose de una a otra falange cada vez que se completa un ciclo 6:24:12:0; primero se toca la falange más próxima (la primera del dedo índice), después la segunda y luego la tercera del índice; a continuación, la tercera del dedo medio, la tercera del anular y la tercera del meñique; después la se-gunda y primera del meñique, la primera del anular y la primera del medio; finalmente, la segunda del medio y la segunda del anular. Este desplazamiento en espiral cerrada permite contar hasta 12 ciclos seguidos permitiendo también que la atención permanezca en el proceso principal sin que perdamos la cuenta.

Las cuatro fases del pranayama están relacionadas y cada una tiene su importancia. La espiración concretamente es la fase que marca el tiempo, es decir, según nuestra capacidad para espirar, así debe ser para las otras fases. Me explico: si se puede espirar durante 20-25 seg., no se debe retener más de 40-50 seg. y la inspiración no debe ir más allá de los 10-12 seg. (Aunque se sienta uno capaz de retener más tiempo).

Siempre hay una fase que puede descompensarse y generalmente es la retención con los pulmones llenos o vacíos. La espi-ración funciona, por tanto, como un sistema de seguridad para que poder mantener el ritmo y alargar el tiempo de práctica sin fatiga.

Es importante alargar el tiempo de las fases, pero lo más importante es mantener el ritmo 1:4:2:1 ó 1:4:2:0 con todo detalle y llevar las cuatro fases juntas.