Para llevar la duración de una fase respiratoria, lo usual es contar mentalmente a un ritmo pausado, es decir, pronunciando mentalmente los números: uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis (para inspirar en el ritmo 6:24:12:0); cuando la cuenta se alarga hasta 24 para la retención, la cuenta hasta seis se repite cuatro veces; igualmente, para la espiración, se cuenta dos veces hasta seis. Esta cuenta mental hasta seis se efectúa como si estuviésemos cantando, dándole una tonalidad especial distinta a cada ciclo de seis; por ejemplo, la primera cuenta de seis sería: uno, dos, tres, cuatro, cinco (con la misma entonación), seis (como una interrogación, con un sonido ascendente); la segunda cuenta sería: uno, dos, tres, cuatro, cinco (con la misma entonación), seis (como una exhalación, con un sonido descendente); y así sucesivamente. El objeto es que la cuenta se instale de forma automática en nuestra mente y nos permita centrar la atención en el proceso fundamental. Tradicionalmente, en lugar de contar números, se pronuncia “om” u otro mantra parecido, pero, al menos hasta que se domine esta técnica de contar, es mejor utilizar números.